Escrito el 12/04/2023
Los efectos secundarios más comunes de la paroxetina incluyen somnolencia, dolor de cabeza, náuseas, aumento de peso, disminución de la libido, sequedad de boca, cansancio, mareos, insomnio, escalofríos, diarrea, visión borrosa, sueño inquieto y náuseas. Otros efectos secundarios menos comunes incluyen aumento de los niveles de azúcar en la sangre, disminución del apetito, aumento de los niveles de colesterol, cambios en el humor, aumento de la presión arterial, confusión, alucinaciones, temblores, aumento de los niveles de prolactina en la sangre y problemas de memoria.
La paroxetina.es un medicamento antidepresivo de la clase de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Está aprobado por la FDA para el tratamiento de la depresión y se considera seguro y eficaz si se usa de acuerdo con las instrucciones del médico. Aunque la paroxetina puede ayudar a aliviar los síntomas de la depresión, puede tener efectos secundarios como fatiga, náuseas, dolor de cabeza, aumento de peso y disminución de la libido. Además, los medicamentos antidepresivos como la paroxetina pueden aumentar el riesgo de pensamientos o comportamientos suicidas en algunas personas. Por lo tanto, es importante hablar con el médico acerca de los posibles riesgos y beneficios del tratamiento con paroxetina.
Sí, la paroxetina es un medicamento antidepresivo que se utiliza para tratar síntomas de ansiedad, depresión y trastornos de ansiedad. Estudios clínicos han demostrado que la paroxetina puede ayudar a reducir los síntomas de ansiedad. Sin embargo, debe ser recetado por un médico y se deben tomar medidas de precaución al usar medicamentos.para tratar la ansiedad, como hablar con el médico sobre los efectos secundarios posibles y los riesgos de interacción con otros medicamentos.
La paroxetina puede tener interacciones con otras medicinas, tales como:
- Antidepresivos, como fluoxetina, sertralina, citalopram, entre otros.
- Antipsicóticos, como clorpromazina, haloperidol, entre otros.
- Fármacos para la ansiedad, como alprazolam, lorazepam, clonazepam, entre otros.
- Medicamentos para tratar epilepsia, como carbamazepina, fenitoína, entre otros.
- Medicamentos para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, como amantadina, entacapona, entre otros.
- Medicamentos para el tratamiento de la infección por el VIH, como ritonavir, entre otros.
- Anticoagulantes, como warfarina, entre otros.
- Medicamentos para el tratamiento de la tuberculosis, como rifampicina, entre otros.
- Fármacos para el tratamiento de la hipertensión, como losartán, valsartán, entre otros.
- Algunos medicamentos para el tratamiento de la migraña, como sumatriptán, entre otros.
- Algunos suplementos herbales, como la hierba de San Juan, la melatonina y el ginseng, entre otros.
La dosis inicial recomendada de paroxetina para el tratamiento de la depresión es de 20 mg al día. Esta dosis se puede aumentar gradualmente hasta alcanzar los 40 mg al día. No se recomienda exceder los 40 mg al día a menos que se indique específicamente por el médico.
Sí, la paroxetina puede causar aumento de peso. Algunos estudios han demostrado que el uso a largo plazo de paroxetina puede contribuir a un aumento de peso significativo. El aumento de peso es un efecto secundario común de la paroxetina. Si experimenta un aumento significativo en su peso, hable con su médico para ver si necesita cambiar la dosificación o cambiar a otro medicamento.
No se recomienda el uso de paroxetina durante el embarazo debido a los posibles efectos adversos para el feto. Existe una preocupación acerca del riesgo de defectos de nacimiento, trastornos de conducta, complicaciones del parto y otros efectos adversos en los bebés cuando las madres toman paroxetina durante el embarazo. Es importante hablar con el médico acerca de los riesgos y beneficios de tomar este medicamento durante el embarazo.
Los síntomas de abstinencia de paroxetina pueden incluir ansiedad, insomnio, náuseas, vómitos, sudoración, temblores, mareos, confusión, sentimientos de desesperación, irritabilidad, pérdida de apetito, dolor de cabeza y fatiga.
Los efectos a largo plazo de la paroxetina pueden incluir:
aumento de peso, aumento de la presión arterial, disminución de la libido, disminución del deseo sexual, cambios en el humor, disminución de la energía y fatiga, sequedad en la boca, náuseas, vómitos, problemas estomacales, dolor de cabeza, visión borrosa, mareos y disminución de la concentración. También pueden ocurrir otros efectos secundarios menos comunes a largo plazo. Si experimenta cualquiera de estos efectos a largo plazo, debe consultar a su médico inmediatamente.
V.Serrano
Me gusta mucho usar paroxetina para tratar mi ansiedad y depresión. Se ha mostrado muy útil para ayudarme a controlar mis síntomas, especialmente el estrés y la fatiga. Me parece que los efectos secundarios son mínimos y no me han causado ningún problema. La paroxetina también me ha ayudado a mejorar mi estado de ánimo y a tener una mayor energía. Estoy muy contento de haber tomado esta decisión de usar paroxetina.